miércoles
9 Sep¿Está cambiando la pandemia las reglas del juego?
Conscientes de la importancia del big data para la resolución de crisis como la que estamos viviendo, diversos actores institucionales han apelado ya a la colaboración del sector privado. Hay que poner en marcha cuanto antes herramientas de análisis de datos, que podrían ser claves para controlar los rebrotes después del confinamiento tan severo que hemos vivido.
Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior hasta la fecha, ha pedido a las teleoperadoras europeas que suministren los datos de sus clientes y así poder monitorizar el virus de manera centralizada. Pero topamos con el mismo problema de siempre, la privacidad de datos.
Breton, con respecto a este punto, aclaró que esta iniciativa respeta en todo momento el RGPD y que los datos se tratarían siempre de una forma anónima, lo que impediría identificar a un individuo concreto.
En países como Reino Unido o en el nuestro propio, se están llevando a cabo iniciativas parecidas. Ahora está por ver cuál será la actitud de Estados Unidos, enfrentado a China en la carrera por la inteligencia artificial y el big data, que, de momento, domina el gigante asiático. Hasta el momento, EEUU ha presentado el COVID-19 HPC Consortium, una suma de esfuerzos entre el Gobierno y el sector privado que incluye a la NASA, Amazon o el MIT, y que podría convertirse en una de las mayores empresas de tratamiento de big data del mundo.
¿Perdurará esta tendencia pasada la pandemia?
Esta crisis está demostrando la importancia de un ecosistema de datos sólido. Evitar la propagación de un virus es solo una de las posibilidades que ofrece un uso ético del big data. Su papel en el desarrollo de la inteligencia artificial es fundamental y sus aplicaciones en la salud, el transporte o en problemas como el calentamiento global podrían salvar más vidas que las que se ha cobrado la covid-19 por el momento.
Esta crisis puede ser la excusa perfecta para que Gobiernos de todo el mundo, sector privado y centros de investigación, experimenten de primera mano las ventajas de la gestión en común del big data con un fin positivo.
Dejamos el debate encima de la mesa: usar big data será cada vez más una necesidad y no una opción, y seguir mirando hacia otro lado no parece la decisión más responsable… ¿Qué opináis?
Deja un comentario