Choque de gigantes: El New York Times vs. OpenAI y Microsoft

Imagina una batalla épica en el mundo digital: el gigante del periodismo, el New York Times, se enfrenta a dos titanes de la tecnología, OpenAI y Microsoft. ¿El campo de batalla? Los derechos de autor.

El New York Times, armado con una demanda, acusa a estas empresas de usar sus artículos, esas joyas del periodismo, para entrenar chatbots superinteligentes. Estos no son simples robots; son máquinas que podrían eclipsar al mismísimo Times en la carrera por la información.

El escenario es el Tribunal Federal de Distrito de Manhattan, donde el Times alega que millones de sus artículos han sido el combustible para estos chatbots, que ahora rivalizan con el periódico en la búsqueda de noticias. ¿Y qué espera ganar el Times? Bueno, no han soltado una cifra exacta, pero hablemos de miles de millones de dólares por daños, incluyendo el uso ilegal de sus valiosos artículos.

Pero eso no es todo. El Times también exige que se destruyan todos los modelos de chatbot y los datos de entrenamiento que usaron su contenido protegido. Mientras Microsoft se mantiene en silencio, OpenAI aún no ha respondido. La demanda pinta a estas compañías como astutas, beneficiándose del arduo trabajo y la inversión del Times en el periodismo, y usando su contenido sin pagar un centavo, creando productos que podrían desviar la atención del público del periódico.

A pesar de intentos por resolver las cosas amigablemente en abril, todo fue en vano. La demanda subraya una inquietud mayor: el temor de que los chatbots como ChatGPT puedan convertirse en rivales formidables en el mundo de las noticias. ¿Por qué? Porque los lectores podrían empezar a preferir las respuestas rápidas de un bot, reduciendo el tráfico al sitio web del Times, y con ello, sus ingresos por publicidad y suscripciones. Microsoft, consciente del dilema, ya se ha comprometido a proteger a sus clientes de posibles problemas de derechos de autor. ¿Será este el comienzo de una nueva era en la lucha por los derechos de autor en el mundo digital? ¡Solo el tiempo lo dirá!